Fracturas de Tobillo
Las fracturas de tobillo son una ruptura en uno de varios huesos alrededor del tobillo.
Pueden ser fracturas con o sin luxación.
Causas y síntomas
Las fracturas de tobillo pueden ocurrir a cualquier edad y pueden resultar de un giro de alta energía,
una caída o un golpe directo. En las personas mayores, las fracturas de tobillo pueden
resultar de un simple giro o caída.
Los síntomas de una fractura de tobillo incluyen dolor, hinchazón, hematomas,
sensibilidad al tacto e incapacidad para colocar peso sobre la pierna.
En el caso de una luxación por fractura, el tobillo puede parecer fuera de lugar.
Evaluación y tratamiento
La evaluación inicial incluye un historial médico, un examen físico y radiografías. El examen físico
se realiza para asegurar los pulsos, la función nerviosa, la hinchazón y la integridad de la piel
. Si hay sangrado alrededor del sitio de la fractura, esto puede ser motivo de preocupación para una
punción en la piel y esto tiene una mayor urgencia, ya que puede conducir a un mayor riesgo de infección.
Ocasionalmente, se necesita una tomografía computarizada para evaluar fracturas más complejas.
El tratamiento inicial inicialmente incluye reducción si es necesario e inmovilización en una férula.
Tratamiento no quirúrgico reservado para aquellas fracturas en las que los fragmentos no están fuera de lugar
o el tobillo no es inestable. Ocasionalmente, se puede realizar una radiografía de estrés para garantizar la
estabilidad del tobillo.
El tratamiento quirúrgico está indicado si los fragmentos no están alineados o si el tobillo parece
inestable. El tratamiento quirúrgico se realiza con placas y tornillos para sujetar los fragmentos en
la posición correcta. Sin la fijación de los fragmentos de desplazamiento, es posible que las fracturas
no cicatricen o cicatricen en una posición subóptima, lo que provocará dolor o el desarrollo temprano de
artritis. El tratamiento típico consiste en no soportar peso sobre el tobillo durante 6 semanas y posiblemente
12 semanas con lesiones inestables. El regreso a la conducción es variable pero tiene un promedio de 9 a 12 semanas
desde el momento de la lesión.